EL ORIGEN ESPURIO DEL PARLAMENTO

EL ORIGEN ESPURIO DEL PARLAMENTO…

Espurio significa: lo bastardo, lo falso, lo mal hecho.

La RAE define espurio: 1. adj. Bastardo: que degenera de su origen o naturaleza. 2. adj. Falso: engañoso.

La estructura sobre la cual fue levantado el sistema político chileno está definida en el poder colonialista, el cual jugó y sigue jugando un rol clave en la historia de nuestro país. Este tipo de poder político, basado en el clientelismo y amigismo que vienen desde la invasión europea de América, y como no hubo rompimiento alguno con esta estructura política que implantó el conquistador. Lo que hubo fue un remedo de revolución política desde arriba y no una revolución social desde abajo.

Observemos la actitud de la clase política chilena y en especial la de los partidos políticos y sus dirigentes, en un alarde impetuoso y sin ningún poder facultativo real.
¿Cuál es el rol que juega el Congreso, en un gobierno Neopresidencial o Bonapartista? La Constitución chilena otorga poderes casi monarcales a los presidentes de la república.
Porqué no proclamar una monarquía en Chile, así, su majestad nombraría las personas que ella necesitara para el estudio y análisis de los problemas de nuestra sociedad, esta crearía las comisiones para estos efectos, compuestas por personas expertas, idóneas, preparadas, profesionales.

Cuando uno observa a estos señores de las cámaras debatiendo, discutiendo, peleando, ofuscados, defendiendo las ideas que las comisiones decidieron, indiscutiblemente nace la pregunta, ¿qué hacen?, ¿qué rol juegan?, la idea era de que representaran a los individuos productores (el pueblo) y es una comisión la que lo hace y que tiene realmente el poder.

De qué sirven los congresales en este sistema, para que pagar personas que no juegan ningún rol real, en lo concreto son parásitos del estado pagados terriblemente caros para supuestos servicios que no realizan.
Lo correcto sería, el de suprimir el parlamento, ya que en lo concreto este no sirve por la realidad expuesta, y lo correcto sería que su majestad nombre las personas capacitadas para crear las comisiones necesarias a pensar, en función de las necesidades de nuestra sociedad.
No conozco la reacción de esta casta de dirigentes sin reino, que obedecen sumisamente a eslóganes que la moda establece como intocables, honorables. Son embaucados por la fascinación de frases o ideas en boga, que desconocen, ya que si profundizaran en ellas, verían como sacrifican la libertad de pensamiento a cambio de lograr estar siempre por sobre los demás y así llamar la atención, pero es de suponer que debe ser bastante desalentador, devalorizador y deprimente para ellos los parlamentarios, saber que son las comisiones (los consejeros de la reina) las que les usurparon el poder.
La atadura a la opinión, a la conciencia y a los principios ajenos, supone una esclavitud. Esto puede parecer como una visión un poco negativa, pero sin duda hay que elegir entre guías o ataduras, del obrar y del pensar.
Quien pasa su tiempo pidiendo consejos para hacer cualquier cosa, se puede decir que es una persona que está servilmente dominada por otras personas, ya que no tiene ideas ni fundamentos propios para actuar.
En este gran circo de la sociedad chilena, hay una desnaturalización de lo que es el estado y el rol de sus instituciones, lo que es alarmante y peligroso ya que esto nos lleva por un camino de ruptura real de este estado (organización formada por instituciones y personal: las fuerzas armadas, administración, los tribunales y la policía, que reclama para sí el monopolio de la violencia legítima para imponer y garantizar un orden dentro del territorio), con la democracia.

¡Que viva la democracia presidencialista!, Loewenstein sostiene que los regímenes neopresidencialistas son una suerte de absolutismo disfrazado con los elementos propios de la democracia (elecciones, contralores, etc.). Para él, estos elementos "democráticos" son sólo una estrategia para evitar resaltar su condición absolutista (…).
Este régimen neo presidencial chileno que gobierna al sistema político, en la práctica es anti político, ya que no son los partidos políticos quienes definen las políticas. Lo que tenemos aquí, es un rompimiento, aún no vertiginoso, de la representación vía participación política, hoy la tendencia es gobernar a través de comisiones: educación, jubilación, etc., así lo revelan.
Ya no son los partidos políticos quienes piensan, analizan, definen los principios y valores del orden burgués, lo políticamente correcto. Hay personas calificadas para pensar señores diputados y senadores, y en este estado bonapartista ustedes están demás, hagamos ahorros y evitemos el costoso gasto que ustedes significan por algo que ustedes están imposibilitados e impedidos de realizar, ustedes no fueron elegidos para pensar, para gobernar, para eso está la reina y sus asesores (comisiones).
Por eso la característica de este gobierno es no contar con los partidos políticos. Gobierna con la opinión pública, viven preocupados de las encuestas y no de los problemas de los “individuos productores”.
Y este hecho fue legitimado por La Constitución Política de la República de Chile, del señor Lagos Escobar promulgada el 26 de agosto de 2005. Este procedimiento constitucional auto-validado por los clientes y amigos del régimen transitorio.
Los pueblos no buscan el poder, buscan la democracia, y ésta es absoluta o no es nada.

El origen de este seudo estado democrático cuya génesis y esencia se encuentra plasmado en una Constitución Fascista, y anti democrática. No es una Constitución sino una Oda al neoliberalismo. Esta subordina todas las políticas sociales y las políticas ligadas al medio ambiente a las leyes del mercado. Consagra el principio de que todos los poderes emanan del dinero, y no del principio de que “todos los poderes emanan del pueblo”. Ese principio fundador de la democracia no está inscrito ni se aplica en esta Constitución.

Continuar con esta Constitución equivale a comprometer nuestro futuro, el futuro de Chile y el de las generaciones venideras. Es aceptar las cadenas que rompieron nuestros antepasados. Este texto no representa a Chile ni al pueblo chileno.

Continuar con esta Constitución espuria; es continuar a legitimar y a esparcir la ficción de que el régimen Capitalista con su expresión neoliberal imperante en Chile reconocerá los derechos ciudadanos, es dar la impresión de que se podría celebrar un Chile democrático sin antes desmantelar el aparato totalitario.

Rechazamos la Constitución Fascista de los militares, porque queremos un país en que la solidaridad se organice con libertad, donde la igualdad, la educación, la salud, y la economía estén al servicio del hombre, donde éste viva en armonía con la naturaleza respetando la diversidad.

Es una constitución espuria, es una constitución que va en la dirección opuesta del proyecto de desarrollo nacional pues es una constitución abiertamente neoliberal, profesa una doctrina neoliberal, niega los valores humanos de solidaridad y de dignidad. Por eso el objetivo debe ser el cambio constitucional, por una Asamblea Constituyente, para echar las bases de una nueva Carta Fundamental auténticamente democrática representante de los intereses del pueblo chileno en su conjunto.