Hay que cambiar el sistema señores.
“La desesperación es movilizadora, y cuando moviliza, es peligrosa”.
La movilización es legítima. Es la única arma que le queda al pueblo. Ya que la Concertación fue incapaz de realizar los cambios estructurales necesarios, en los 20 años que estuvo en el poder.
Hasta hoy los jóvenes rechazaban tomar su destino en sus manos, de ahí la frase: ¡ No estoy ni ahí !, ¿ y ahora jóvenes, donde están ?, ¡qué cambio!, bravo…por fin se despertaron, comprendieron que vuestros padres no harán nada por uds., están preocupados buscando trabajo, de la ultima teleserie, ah…se me olvidaba el tenis y el mundial, vuestros mayores están enajenados con la tele y un eslabón de plástico.
Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en toda época, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad, ejerce al mismo tiempo su poder intelectual dominante.
Lo que hace que se le sometan, al mismo tiempo, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir intelectualmente.
La Oligarquía, la burguesía, controlan la producción ideológica, esto es, los medios de comunicación, las escuelas, las universidades e iglesias y las usa en beneficio de sus propios intereses de clase para perpetuar su existencia en el ámbito militar, político, social y económico.
Sojuzgados, dominados ideológicamente, lo que les impide asumir la necesidad imperiosa de organizarse y de participar en el proyecto emancipador a los cambios más que necesarios de esta sociedad elitista y excluyente, creadora de desigualdades profundas y que llevan a nuestro país al caos.
Una sociedad que no inserta, que excluye, que elimina a sus hijos de las posibilidades intrínsecas, que se les debe otorgar:
Formación, Participación, y Comunicación, tres elementos claves, y esenciales para esta juventud proactiva, portadora del futuro de Chile.
Es a través de la represión que el Estado manifiesta su incapacidad, a uno de los problemas elementales de nuestra sociedad, que es la creación de ciudadanos libres, responsables, preparados para desarrollar nuestro país.
Solo una pequeña casta, tiene real acceso a una educación formadora incluyente, y no son los hijos de los proletarios los que se benefician de esto.
Lo que aquí hay que comprender, es que la prioridad fundamental es el Hombre, y hay que poner en el centro sus necesidades sociales, políticas y culturales.
Hablar seriamente del Socialismo, permite pasar del discurso, del antagonismo, a una perspectiva creadora de alternativas. Es necesario ganar la batalla de las ideas, antes de pretender construir una sociedad de Igualdad.
El proyecto socialista, es el proyecto de la razón, del presente y del futuro, es el avenir, es la emancipación, y la dignificación del hombre, la creación del hombre integral, del hombre nuevo.
Los estudiantes que son la esperanza, y el futuro de la Sociedad mantienen las banderas de lucha de un pueblo adormecido, Sojuzgado, dominado, sometido ideológicamente. La lucha continua, y Chile lo sabe, y les agradece por el gesto revolucionario de no vivir de rodillas ante la Oligarquía chilena.
Los estudiantes han salido a las calles a denunciar con fuerza esta situación, cansados ya de la tramitación eterna de las autoridades de los gobiernos de la concertación.
Los estudiantes ven el estado deplorable de la educación, de la mediocridad de una buena parte del profesorado, de los sueldos miserables de los mismos, de las dificultades económicas de sus padres, del estado de pobreza de muchos de sus propios compañeros, de la falta de una política seria de educación escolar, de las carencias en infraestructura, etc.
A nuestros hijos no les gusta el Chile, que les estamos dejando, que es el que durante 38 años ha tenido que soportar las políticas económicas que solo han favorecidos a los grandes empresarios, al mundo financiero y a las trasnacionales, creando grandes desigualdades sociales y una pésima redistribución de la riqueza. Sin valores, ni principios, cesantía, solo desigualdades y cada vez más grandes.
O sea en 38 años, entre militares y una lacra política corrupta, seguimos hablando de la necesidad de derrotar la pobreza, mejorar el empleo, la salud, la educación, la previsión, los problemas sociales graves, como la cesantía, la drogadicción, la delincuencia, todos estos derivados, y propios al sistema neoliberal.
Ver a toda esa juventud proactiva, movilizada y en demanda de sus derechos. Manifestando en favor de una educación de calidad, alzar el puño, agrupados y organizados, criticando un sistema educacional mediocre y elitista, peleando por transporte, PSU gratuita, y la eliminación del LUCRO, lograran los jóvenes lo que la concertación no logró en 20 años, hacer que se cambie esta ley.
Hay bastante más dignidad en ellos, que en los millones de chilenos que vemos como se nos atropella, se nos roba, y nos depredan los recursos del país, $83.200.000.000.000 ( 83 BILLONES doscientos mil millones ) es decir 16 mil millones de dólares, solo las mineras, sin que reaccionemos.
Gracias jóvenes, por ponerse de pie, y no querer seguir de rodillas, uds. son la Dignidad de Chile.
Estas manifestaciones reflejan el descontento social creciente, que va generalizándose, frente al fracaso y persistencia de la Concertación y la Alianza por Chile por mantener a como dé lugar el sistema neoliberal, que es un profundo fracaso, y grave error, no solo en educación, ya que este lleva al país, a la inevitable confrontación social.
Hay que tener presente que el pueblo chileno, ha vivido de falsas promesas durante estos últimos 38 años, y aquellos que dan la espalda a la realidad no han logrado captar, que en los sectores populares se viene incubando una rabia cada vez mayor, que se está transformándose en rebeldía, lucha, delincuencia y criminalidad.
La gente no solo quiere ver soluciones, sino que quiere vivirlas, sentir y palpar, todas las maravillas que se hablan de la economía chilena.
Las enormes desigualdades, lacras e injusticias que ha generado el modelo económico neoliberal, legado por los militares, son muy grandes y el pueblo terminara por reaccionar, todo tiene su límite y un precio.
Es un deber, una obligación ética, la de ayudar y apoyar las movilizaciones de los estudiantes que está tratando de salir del subyugamiento ideológico al que se ven sometidos, y que les hace aceptar vivir en un mundo falso, contrario a sus intereses, en que se encuentra sumida nuestra sociedad en general.
La forma descaradamente física de sometimiento (la fase dictatorial) o la forma "democrática", donde prevalece la sojuzgación (dominación) ideológica sobre la meramente física son las formas clásicas del Estado cuya función es el sometimiento y la represión de una clase sobre otra.
Un paso importante para salir de la dominación y ser los actores de nuestra propia historia, es decir tomar las riendas de nuestras decisiones y no seguir subordinados a un sistema que desconoce la realidad de la educación pública, y de los problemas en general, que son negligentes en todas sus gestiones y que la única solución que tienen es ocupar los medios de represión del estado, criminalizando y violentando el derecho que tenemos de exigir a un estado al que en teoría pertenecemos, las reivindicaciones que nos parecen justas.
Ahora los alumnos PROTESTAN, tiran piedras, rompen todo y la autoridad no comprende por qué pasa todo eso.
Las famosas MESAS DE DIALOGO sólo sirven para apaciguar la tormenta y ganar tiempo.
Muchos politiqueros de izquierda, que en su juventud también realizaron Tomas Y Paros,... hoy tienen el descaro de Criticar a los estudiantes, y lo más curioso es que estos ahora en el gobierno, y en democracia, repriman a los estudiantes secundarios, que exigen, lo que ellos no lograron y que ahora ellos en el poder no quieren otorgarle, como se contradicen y niegan su propia existencia, frente a las demandas y reivindicaciones, que son las mismas de ayer.
Nada se saca con meterle más plata al sistema mientras esta ley no se modifique.
La dictadura dejó amarrado este modelo descentralizado, vigente, y administrado por la concertación, que prioriza el mercado por sobre el derecho universal de una educación de calidad, que sólo puede lograrse con una administración estatal de la educación pública, y centralizada.
La base de la Libertad y del desarrollo socioeconómico, es la educación, y a esta la pervirtieron, cuando la transformaron en un negocio. Es más la educación forma parte de los Derechos Humanos, los cuales son integrales.
Los profesores se sienten orgullosos de que sean los alumnos los que salgan a la calle a denunciar el fracaso de la Jornada Escolar Completa.
Esta es un completo fracaso porque las razones que la originaron no fueron las de entregar una mejor educación, ni para que nuestros hijos fuesen mejor preparados para dar la PSU o que sus conocimientos fueran mejor cimentados; sino que se hizo para proteger a los niños y jóvenes en riesgo social asumiendo que los profesores eran reformadores de una situación familiar, pero no se trata de corrección en los Colegios.
Ignoran que hay una diferencia fundamental entre educación y formación: la escuela forma, prepara, y los jóvenes en ruptura con sus familias, y la sociedad, los cuales necesitan de otro tipo de educación, del orden psicopedagógico especializada en lo social, comportamental (cognitivo), conductual, y relacional.
La falta de una verdadera, de una autentica infraestructura en las Escuelas, y Colegios, los cuales están imposibilitados, para poder llevar adelante sus labores de manera optima, en las condiciones actuales, en las que se encuentran, y aún menos para las necesidades y realidades de la LEGE.
A esto hay que agregar la realidad de los estudiantes, los cuales confrontados a sus realidades socioeconómicas, cesantía, malas viviendas, pensiones asistenciales irrisorias, mal nutridos, carentes de materiales pedagógicos, muchos no poseen ni un diccionario, locomoción carísima.
En concreto, cuáles son sus reales perspectivas, pueden competir en igualdades de condiciones, con los hijos de la casta dirigente, o de la Oligarquía chilena. No tienen ninguna posibilidad, ingresaran en la enorme estadística de la cesantía, y en el mejor de los casos, harán trabajo temporero.
Finalmente, es necesario plantear un debate a grande escala, que incluya a todos los participantes de nuestra sociedad, porque lo que aquí nos estamos jugando, es nuestro futuro, el de nuestro pueblo, el futuro de Chile.
Hay que cambiar el sistema señores.
Fernando Morales Escobar
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