Le costó 38 años al Comité de Administración de los negocios de la Oligarquía para darse cuenta lo que el pueblo reclama desde 1973.
"Todo hombre debe aprender desde pequeño que no debe pensar ni obrar por sí mismo, sino en todo momento obedecer a su jefe" La República y las Leyes de Platón. Y también dice "la justicia es lo que le conviene al estado".
Pues bien, la Lealtad es una sola y esta es hacia el pueblo chileno y no hacia los puercos y marranos, que después de revolcarse en los afrecho dólares, las falsas facturas y las falsas encuestan, se dotan de un aureola angelical inquisitoria, hablando de la probidad, la ética, la moral, la cacha de la espada, los valores, principios y la imagen de Chile y es aquí que las cosas se colocan intolerable, creer que por el hecho de que no aceptamos a la Alianza por Chile por estar coludida con los crímenes y traiciones de los militares, vamos a aceptar que utilicen a nuestro país para sus bajezas, esta es la gota que rebalso el vaso, hasta aquí el vaso estaba medio lleno de infamia y de corrupción, pero aquí la ignominia toma caracteres de locura y de traición al pueblo y a la patria.
Ustedes regalaron el cobre a la Oligarquía y a las Transnacionales, traicionado a nuestro pueblo, regalaron la vida, el elemento esencial a la vida es el agua, sin esta no hay vida posible… El agua es un derecho intrínseco, fundamental, inherente al ser humano. El agua no es un bien, es la sustancia química inherente a la vida. Privatizar el agua equivale a privatizar la vida.
Mis palabras pueden solamente chocar a los cómplices, a los usurpadores, ya que la inmensa mayoría estamos asqueados de tanta basura y estamos conscientes de que esto no da para más, esta situación es intolerable y sus falacias no engañan a nadie. Los chilenos que ganan $53.000 pesos mensuales o el mínimo, los que somos la mayoría de Chile, consideramos que esto es una burla mayor hacia nosotros, decir que tenemos 15000 dólares de ingreso per cápita.
Es gracias a nosotros que ustedes están allí, pero para defender nuestros intereses y los de Chile y no para llenar vuestros bolsillos. Ustedes son la vergüenza de nuestra patria y traidores a ella por lo mismo, si tuvieran un mínimo de dignidad y de respeto por el pueblo, por Chile, por nuestra patria, renunciarían todos en masa, para cambiar las reglas del juego y de la sociedad chilena. Nada justifica vuestra actitud, con la cual han enlodado la imagen de Chile en el exterior, han entregado nuestro país a los detractores de la democracia y ahora nace la pregunta ¿a cuánto los crímenes? Es lo que les falta en la escalada de vuestras psiquis desestructuradas en el contrasentido y los anti valores enraizados en el fascismo y contra el hombre. Vuestro maestro en ética y propaganda es sin duda Gobbels, para quien y lo cito: "con una repetición suficiente y la comprensión sicológica de las personas implicadas, no sería imposible probar que de hecho un cuadrado es un círculo.
Después de todo, ¿qué son un cuadrado y un círculo? Son meras palabras y las palabras pueden moldearse hasta disfrazar las ideas".¿Estaremos en presencia de "Weapons of Mass Deception", "Armas de Engaño Masivo", las mismas que utiliza el fascismo para controlar la opinión pública? Cómo pueden pretender que el pueblo y la historia no los juzgara, cómo pueden pretender que vuestras explicaciones infantiles y cándidas pueden engañar un solo instante a los chilenos que viven una realidad cada día más difícil e insostenible, cuando vemos a nuestros hijos sin futuro posible y cómo los medios de nuestro pueblo son sacados al exterior para enriquecer a las Oligarquías transnacionales y utilizar esos medios para desarrollarse con los capitales chilenos y utilizarlos más tarde aquí mismo en Chile en sus beneficios propios y en contra de nuestro pueblo.
La extrema violencia con la que ustedes han tratado al pueblo durante estos últimos decenios es algo inaceptable, una violencia de una magnitud inimaginable: cesantía denigrante; desigualdades vergonzosas; sistema laboral anacrónico, esclavista; salarios irrisorios, burdos; jóvenes excluidos de la sociedad, sin ninguna alternativa presente, ni futura; educación al servicio de una clase, y en desmedro del pueblo, convertida en un lucroso negocio; salud con niveles deplorables, atención miserable,
La extrema violencia gubernamental tiene la realidad de otras épocas, la colonia o la edad media. El pueblo no acepta más jugar el rol de borrego, ni de que se le mienta descaradamente, lo que es aún peor ya que se le está tomando por iluso, y están burlándose de él. La realidad económica y social del pueblo chileno es gravísima, y el gobierno no quiere comprenderlo, y lo que es aún más grave éste niega y desconoce esta triste y amarga realidad, hasta lo absurdo.
Han sido tan hábiles en sus mentiras, y en la forma de cómo se han burlado del pueblo, utilizando la buena fe de este, y de la responsabilidad de los chilenos que tuvieron frente a la transición y a los problemas reales de nuestro país. Lenta y meticulosamente han acostumbrado a consumir lo que ofrecen, a no demandar ideas, han hecho creer que es anacrónico exigir una transformación de la sociedad, han enseñado a actuar dentro de lo posible, reservándose el derecho de decidir por el pueblo y para el pueblo.
Han conseguido hacer creer que no se puede cambiar nada. Es lo que han hecho con el pueblo a través de un sutil proceso de embrutecimiento. Bajo esta lógica ha prosperado la banalidad y la democracia ha mostrado su lado más oscuro, precisamente aquel que alienta a sus detractores. En política, la frivolidad nunca se presenta sola, trae aparejada la corrupción. ¿Habrá que acudir a la Historia para demostrarlo? No es necesario, basta mirar a nuestros líderes, literalmente mirarlos, ni siquiera hace falta escucharlos. La "discusión" se redujo a enviarse mensajes de gratitud, se auto-congratulan, todo está bien, somos los mejores, Alicia en el país de las maravillas.
Lo que subleva, es la inconsecuencia, lo que indigna, la decisión de actuar a contra-conciencia, perpetuando un modelo neoliberal discriminatorio, condenado, obsoleto, anacrónico, que va contra la esencia, la integridad y la identidad del hombre, que consolida y aumenta sus víctimas. En una sociedad donde crece la marginación, no sería nada de extraño que manifestaciones violentas se produzcan por parte de sectores excluidos del mundo del trabajo, que podrían degenerar en peligrosos enfrentamientos sociales, como consecuencia de estas vergonzosas desigualdades.
La desesperación es movilizadora, y cuando moviliza, es peligrosa. ¿Pero una gobierno que se amolda, que se somete a lo que las transnacionales y la oligarquía nacional quieren de él, ¿puede seguir llamándose un gobierno democrático, garante de la nación, del pueblo chileno, de Chile? No…está claro que no. Una cosa es quedarse en la palabrería progresista para llamar a ser "modernos e inteligentes", "proactivos" en el marco del sistema capitalista y sostener que aquí, lo que se plantee, la acción debe enmarcarse en "lo posible". Las transformaciones sociales no son parte del "arte de lo posible" del que habla la derecha y los falsos representantes de la izquierda, y del gobierno.
Aquí no se trata de amigos, o enemigos, no señores, ustedes se equivocan rotundamente. Aquí se trata de los intereses de un pueblo, que está cansado de tanta mentira y engaños por parte de los gobiernos de la Concertación. Durante estos últimos 21 años hemos escuchado las Odas del establishment, la Concertación, todo está bien, no hay problemas, vamos en la dirección correcta, el vaso está medio lleno, Alicia en el país de las Maravillas; este discurso de desviación y de engaño del pueblo, de la clase trabajadora, se traduce de la siguiente manera: en lo real y concreto, hoy los ricos son más ricos, y los pobres aun más pobres.
Se han dedicado sencillamente a generar políticas pro inversión extranjera, políticas económicas que solo han favorecidos a los grandes empresarios, al mundo financiero y a las trasnacionales, creando más cesantía, una pésima redistribución de la riqueza, y con el consiguiente aumento inaceptable de la desigualdad social. El pueblo no se ha beneficiado para nada de los logros de las exportaciones, los cuales alcanzan niveles récord, y que generan un superávit comercial de miles de millones de dólares. En lo real y concreto esto no mejora en nada los problemas de nuestro país.
Usaremos el derecho que tenemos de exigir las reivindicaciones que nos parecen justas a un estado al que en teoría pertenecemos. Por lo tanto, ustedes debe comprender que todo tiene un límite y un precio: no se puede engañar eternamente al pueblo, aquí no se trata del arte de lo posible, los millones de chilenos que vemos cómo se nos atropella, se nos roba, y nos depredan los recursos del país, y todo esto con el beneplácito de los gobiernos de la Concertación. La agenda del pueblo no coincide con la del gobierno, y como el gobierno se debe de representar los intereses de este, por lo tanto hay incompatibilidad de visiones, de proyectos, y de realidades.
La única prioridad la determina el pueblo consciente de sus necesidades.
"Aquellos que imposibilitan la Revolución pacífica, hacen que la revolución violenta sea inevitable"...John Kennedy.
Fernando Morales Escobar
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